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Una nueva investigación encontró que los niños que juegan juegos de mesa, bloques y rompecabezas se desempeñan mejor en tareas de habilidad espacial.

Una habilidad crítica de nuestra vida diaria, que nos ayuda a movernos por el vertiginoso mundo donde vivimos: nos ayuda a manejar una bicicleta o armar un ropero, y es parte importante del éxito académico y profesional.

El estudio contó con los datos de 847 niños que tenían entre 4 y 7 años de edad, que habían sido evaluados por la versión revisada del WPPSI (Test de inteligencia), que incluye escalas que miden las habilidades cognitivas. La habilidad espacial fue evaluada con la subescala de diseño de bloques del WPPSI y se recolectó información sobre la conducta de los niños mientras jugaban y las actividades de juego padre – hijo, a través una encuesta estandarizada.

Se desempeñan mejor en tareas de habilidad espacial

Los datos revelaron que los chicos de bajo estatus socioeconómico tuvieron puntuaciones más bajas en el diseño de bloques en comparación con los de estatus medio y alto. Al evaluar por sexo, se encontró que los niños tuvieron puntuaciones más altas que las niñas. Pero estos datos no son novedosos. El descubrimiento importante fue que la frecuencia de juego con estos juguetes se vincula fuertemente con el razonamiento espacial. Los niños que jugaban con rompecabezas, bloques y juegos de mesa más de seis veces por semana tenían una puntuación más alta de diseño de bloques en comparación con los que jugaban de tres a cinco veces por semana.

Otro dato interesante fue que ningún otro tipo de juego, como por ejemplo, andar en bicicleta o patineta, dibujar, jugar con muñecos o actividades compartidas con los padres (como aprender numeros, aprender formas o jugar juegos matemático) se asoció con la habilidad espacial.

Se podría diseñar intervenciones muy divertidas y prácticas

Los investigadores son muy cautelosos a la hora de explicar los mecanismos que vinculan estos juegos con la habilidad especial. Sin embargo, los resultados sugieren que se podría diseñar intervenciones muy divertidas y prácticas para mejorar la habilidad espacial de los niños.

Fuente: ScienceDaily